Un padre que acaba de tener un bebé mira a través del cristal de la sala de neonatos con dulzura a su hijo. Entra una enfermera, coge a su hijo y le empieza a dar de hostias. El padre entra corriendo en la sala enfurecido y la enfermera sonriendo le dice:
- ¡Que es broma! +Que ya estaba muerto!